Ingredientes para 4 personas:
- 2 patatas grandes
- 2 calabacines grandes
- 2 berenjenas grandes
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 bote de salsa de tomate o tomate frito (podéis hacer vuestra salsa preferida)
- 1 rollo de papel absorbente
- aceite para freír
- sal
Elaboración:
- Corta las berenjenas en rodajas de medio centímetro y ve formando capas en un colador espolvoreando con sal gorda cada capa. Esto sirve para que las berenjenas suelten líquido y se les vaya el amargor. Déjalas en el colador con un bol debajo durante una hora. Luego las enjuagas bien bajo el agua del grifo para quitarles la sal y las secas con papel absorbente.
- Pela las patatas y córtalas en rodajas de medio centímetro. El calabacín puedes dejarlo con la piel ya que es finita y no molesta. También córtalo en rodajas de medio centímetro. El pimiento rojo suele tener la piel un poco gruesa y por eso prefiero pelarlo con un pelador de patatas. Córtalo en tiras anchas. El pimiento verde no tiene la piel tan gruesa así que le puedes dejar la piel. También córtalo en tiras anchas.
- Ya tienes todas la verduras listas para freír . Prepara una fuente de horno un poco honda ponle una base de salsa de tomate, lo suficiente como para cubrir la base. Puedes usar una salsa comprada, tomate frito o hacer la salsa de tomate que uses habitualmente.
- Comienza con la fritura . Todas las verduras deben quedar cocidas del todo. Comienza por la patata. Cuando esté listas las pones a escurrir sobre papel absorbente, las salas y las secas de arriba con otro papel absorbente. Ve colocando las patatas hasta cubrir bien toda la superficie de la fuente.
- Este mismo procedimiento debes repetirlo con todas las verduras en este orden: calabacín, berenjenas y por último los pimientos. A mí me gusta poner un poco de salsa de tomate entre capa y capa pero sin exagerar.
- Cuando tengas todas las capas formadas puedes cubrir con la salsa restante.
- Lo llevas a horno precalentado a 200º durante 20 minutos. Se puede comer tanto caliente como frío.